Dinamarca, con la victoria inesperada que se ha llevado de su partido frente a Holanda con un solitario gol de Krohn-Dehli, deja al equipo tulipán contra las cuerdas ya que en la próxima jornada se enfrentará Alemania, uno de los candidatos más serios al título que sumó sus tres primeros puntos al derrotar a Portugal con un cabezazo de Mario Gómez.
La Jornada se inauguró en Kharkiv con ese Holanda-Dinamarca en el que tanto un equipo como otro saltaron con los onces esperados. Van Marwijk no se atrevió a cambiar su doble pivote y confió en que la calidad de sus cuatro jugadores ofensivos fuese suficiente para comenzar con buen pie la Eurocopa. Ninguno de los laterales se incorporó y el juego en tres cuartos resultó lento y previsible, aún así llegaron algunas buenas ocasiones en las botas de Van Persie y Robben.
Sin embargo, en la primera llegada danesa, Poulsen un lateral con gran capacidad ofensiva, dio el balón a Krohn-Dehli, que con un gran recorte se internó en el área y batió a Stekelenburg con un disparo entre sus piernas. Este tanto dio un impulso a la confianza de Dinamarca que se atrevió más y más a jugar en campo rival de forma ordenada, con buenos pases y aperturas a banda. Tras el descanso Holanda dio un paso adelante y asedió a su rival con ocasiones continuas que sin embargo no supieron culminar, por lo que los de Olsen se repusieron y pudieron crear alguna que otra ocasión más.
No sería hasta el minuto 70 cuando veríamos los primeros cambios en el equipo que iba por detrás en el marcador, quizá algo tarde entraron Huntelaar y Van der Vaart. El primer de ellos tendría un mano a mano tras un excepcional pase de Sneijder que Andersen detenía tras aguantar erguido hasta el último instante. Esa sería la última gran oportunidad de empatar el partido, después Dinamarca mostró serenidad para mantener la ventaja. Hay que destacar el gran partido de su pareja de centrales Kjaer-Agger puesta muy en por el rendimiento en sus clubes. Esta vez rindieron al máximo.
En el otro encuentro, con cantidad de jugadores de talla mundial sobre el campo, se vio quizá el choque más cerrado y con menos ocasiones en lo que va de Eurocopa, al menos hasta la recta final, cuando Portugal apretó al máximo para llevarse al menos un punto, algo que no consiguió debido a la seguridad de Neuer y a la poca fortuna en algunos remates.
Antes, Alemania fue la que tuvo la intención de ir a por la victoria, aunque el equio luso apenas sufrió cuando estuvo replegado sabedores de que un punto en este partido, unido al marcador del encuentro anterior les dejaba en una buena posición para acceder a cuartos. Sin embargo, la mejor ocasión del primer tiempo sería para ellos, con un disparo de Pepe que tocó en el larguero y botó sobre la línea.
Después en uno de los pocos remates claros con los que contaron los teutones en el segundo tiempo, Mario Gómez impulsó de cabeza el balón a la cepa del poste, imposible para Rui Patricio. Desde ese momento Portugal dio muestras de poder crear un fútbol ofensivo que diese resultados, una opción sin duda mejor a la de esperar sin ambición alguna. Con la entrada de Varela elm equipo tuvo superioridad en tres cuartos y así llegaron ocasiones calaras para Cristiano, el propio Varela y Nani, con el centro-chut que se topó con el larguero.
Esta deberá ser la forma de encararlos partidos desde el principio para Portugal si quiere reponerse de la derrota. Algo similar deberá hacer Holanda, debe contar con mayor creación en el centro del campo con un jugador que supere a De Jong en calidad. Este podría ser Strooman o Van der Vaart.
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