La selección alemana venció de forma contundente a Grecia, que no pudo mantener su sobriedad defensiva ante un equipo que sabe de mil maneras distintas y que por lo tanto obtuvo beneficio de sus numerosas ocasiones y de cualquier error heleno en zona peligrosa para ellos.
Joacquim Low sorprendió con los tres cambios que introdujo en el once, todos ellos en posiciones ofensivas. Schurrle, Reüs u Klose entraron en lugar de Podolski, Müller y Gómez. Esto ofreció a los teutones mucha más movilidad diagonales de los jugadores de banda y desmarques entre los defensores del histórico delantero que aumentaría su cuenta goleadora con su selección.
También Fernando Santos cambió su alineación, en parte obligado por la ausencia del sancionado Karagounis. Ninis volvió al once para ocupar la banda derecha, la izquierda sería para Samaras y Salpingidis en punta para aprovechar su velocidad.
En los primeros instantes Alemania mostró su capacidad para crear oportunidades y Sifakis tuvo los primeros problemas en sus intervenciones, Klose marcó aunque en fuera de juego. Grecia arrancó algo fría el encuentro y perdió varios balones en su propio campo, aprendió rápido y armó un sistema en el que la transición del balón por parte de su rival era lenta aunque al final siempre encontraban espacios, sobre todo en banda izquierda con las apariciones de Reüs y Özil.
Tan replegado estaba el conjunto de Santos que los laterales rivales pudieron incorporarse sin problemas y así llegaría el primer gol, con Lahm desde la izquierda y con bastante espacio al borde del área para disparar a puerta. Sifakis no llegó en su estirada y unido al extraño del balón hizo que llegase el 1-0.
El seleccionador portugués no perdió tiempo y durante el descanso introdujo dos cambios con la entrada de Gekas y Fotakis. No obstante la tónica sería la misma y Alemania sabía que debía ampliar la cuenta para no tener problemas en la recta final. Este fue el único error que cometieron durante el partido. Grecia aprendió la lección y Salpingidis tomó la espalda de Lahm en dos ocasiones, la segunda terminará con el gol de Samaras tras una rápida contra y el excelente pase horizontal para que el delantero del Celtic empujase el balón en área pequeña.
Cinco minutos duró la alegría de los griegos, que vieron como esta vez se incorporaba Boateng desde el otro costado para conectar con Khedira que entró con potencia desde segunda línea para batir la meta rival con un espectacular remate. El tanto culminó otro partido de un alto nivel del mediocentro.
La sentencia llegaba con un saque de Özil de una falta lateral desde la derecha en la que Sifakis erraba en su salida y Klose no perdonaba de cabeza. De esta forma vuelve a marcar en una gran competición de selección, algo que cumple desde el Mundial de Corea y Japón en 2002. Tres minutos después casi conseguía el doblete, pero esta vez Sifakis sí repelía el balón, sin embargo Reus, atento al rechace anotaba el 4-1 en los minutos de mayor inspiración alemana y derrocamiento griego.
Al final Grecia maquillaba el marcador con un penalti señalado por mano de Boateng que Salpingidis anotaba. El jugador más decisivo en su selección desde que arrancase el torneo. Ahora Alemania, como favorita en el torneo desde todas las casas de apuestas, espera al vencedor del partido entre Inglaterra e Italia.
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