España - Italia: Empate y motivos para el optimismo

España e Italia empataron a un gol  en el partido que abría el grupo C en la ciudad polaca de Gdansk, ambos conjuntos compitieron a un altísimo nivel, y aunque La Roja fue superior sobre todo en la recta final, el empate satisface a ambos, que han pasado su prueba más dura y salen con buenas sensaciones de ella. 

Vicente del Bosque sorprendió a todo con la inclusión de Fábregas en el once inicial en lugar de uno de los delanteros, por lo que Torres y Negredo, candidatos a jugar esperaron en el banco. Prandelli por su parte comenzó con el 5-3-2 que había ensayado en los últimos entrenamientos con Giaccherini como gran novedad, así como la presencia de De Rossi como central.
Italia en los primeros instantes consiguió disputar la posesión al equipo español y el mencionado De Rossi mostró su calidad con varios balones largos que pusieron en aprietos a la zaga rival que encontraba jugadores rápidos a su espalda. La primera gran ocasión llegaría con un lanzamiento de falta que Casillas detenía a Pirlo.
A partir de ahí España le tomó el pulso al duelo y combinó en el centro del campo con una gran movilidad de Xavi, Silva, Iniesta y Fábregas. Sería el canario del City quien pusiese a prueba a Buffon, aunque con disparos tímidos que no le inquietaron demasiado.
Ambos conjuntos tenían las ideas claras y tan solo decepcionó el estado del terreno de juego, con un césped alto e irregular lo que limitó la velocidad del juego y la precisión en el control del balón. El putno débil de La Roja estuvo en el lateral derecho con algunos errores de Arbeloa y en los balones colgados a la espalda de la pareja de centrales, así llegaría otro momento para el lucimiento de Casillas con una gran parada a cabezazo de Motta.

Ya en el segundo tiempo Balotelli tendría su mejor oportunidad con un robo a Ramos para plantarse solo dentro del área, sin embargo, de forma inexplicable se entretuvo y el sevillano le devolvió el robo de forma contundente. Además el italiano había visto la tarjeta amarilla minutos antes, por lo que Prandelli lo ssutituyó por Di Natale. La pareja que el nacido en Ghana formó con Cassano no funcionó en ningún momento.

Decir Antonio Di Natale es decir gol, por ello cuando tan solo sumaba cuatro minutos sobre el campo, aprovechó un pase genial de Pirlo que ganó además en carrera a Busquets, para plantarse delante de Casillas y definir con sangre fría. En esos minutos España ya era superior e Italia cada vez se conformaba con lanzar contragolpes, estrategia que les sirvió para adelantarse.

En un momento duro como este la selección mostró la confianza en sí mismos, en su estilo de juego en las opciones de vencer a cualquiera. Tres minutos después del 1-0, Iniesta combinó con Silva, que con un pase magistral dejó a Fábregas solo ante Buffon para que empatase el choque con un remate raso.

Después entraría Navas, superior a su defensor, Giaccherini, jugador poco acostumbrado a medirse a extremos tan rápidos. Cada vez que pudo sirvió buenos balones, como el que puso a Jordi Alba, cuyo remate se iría desviado. También entró al campo Torres, que en su primera intervención se marchó hacia la portería de Italia con todo a favor, el primer control fue defectuoso y ahí Buffon pudo solventar el peligro. Después Torres llegó escorado a la derecha, no se atrevió al remate y perdió el balón cuando quiso asistir. Y en su tercera ocasión, quizá la más clara, intentó una complicada vaselina cuando lo más fácil era dejar el balón a Navas que podría haber disparado a puerta vacia. No estuvo nada acertado el delantero del Chelsea, que tuvo la victoria en sus botas.

España debe quedarse con el gran nivel de Xavi e Iniesta, así como el talento del resto de jugadores del centro del campo, muy superior al de cualquier selección, la seguridad en la portería y la cantidad de opciones en el esquema con jugadores tan distintos a los que alinear. Por ello, en los próximos partidos lo normal sería sumar victorias, la primera de ellas el jueves ante Irlanda.